El sedentarismo —es decir, pasar largos periodos sentado sin actividad física— tiene un impacto directo en la salud general, y entre las muchas consecuencias que puede traer, está el aumento del riesgo de incontinencia urinaria.

Esta relación se ha observado especialmente en mujeres mayores que pasan mucho tiempo sentadas, aunque también afecta a los hombres, especialmente por temas relacionados con la próstata y enfermedades asociadas.

¿Qué tipo de incontinencia está relacionada con el sedentarismo?

Una vida sedentaria puede contribuir al desarrollo de tres tipos principales de incontinencia:

• Incontinencia por esfuerzo: pérdidas al toser, reír o hacer esfuerzo físico.
• Incontinencia de urgencia: una necesidad repentina de orinar sin poder llegar al baño a tiempo.
• Incontinencia mixta: una combinación de las dos anteriores.

En mujeres sedentarias, la más común es la incontinencia de urgencia, mientras que en hombres puede relacionarse con el crecimiento de la próstata y otros factores como obesidad, diabetes o problemas de espalda.

¿Qué consecuencias trae el sedentarismo además de la incontinencia?

Llevar una vida inactiva también aumenta el riesgo de:

• Presión arterial alta
• Colesterol elevado
• Obesidad
• Problemas en el sueño
• Depresión o deterioro cognitivo
• Infecciones urinarias y vejiga hiperactiva

Todas estas condiciones pueden empeorar los síntomas de incontinencia y afectar seriamente la calidad de vida.

Recomendaciones para mejorar la salud urinaria

Estos consejos pueden ayudarte a contrarrestar los efectos del sedentarismo y mejorar los síntomas de incontinencia:

1. Muévete más: Levántate cada 20 minutos si estás sentado por largos periodos. Camina, estírate o realiza alguna actividad leve.
2. Realiza ejercicios de Kegel: Fortalecen los músculos del suelo pélvico y ayudan a controlar mejor la vejiga.
3. Haz caminatas diarias: Aunque sean de baja intensidad, el movimiento es clave.
4. Entrena la vejiga: Establece horarios para ir al baño y aumenta gradualmente los intervalos.
5. Cuida tu alimentación: Evita irritantes de la vejiga como cafeína, bebidas gaseosas, picantes, alcohol y tabaco.
6. Controla la hidratación: No se trata de beber menos, sino de hacerlo con moderación y evitando líquidos irritantes.
7. Usa productos adecuados: Protectores o pañales según el nivel de incontinencia, para mantener la seguridad y comodidad en el día a día.

Conclusión

Romper con el sedentarismo no solo mejora la salud en general, sino que puede reducir significativamente los episodios de incontinencia, especialmente la de urgencia. Un estilo de vida más activo, combinado con buenos hábitos alimenticios y ejercicios específicos, puede marcar una gran diferencia.

Consulta siempre a tu médico de confianza. Él podrá indicarte si existe una causa médica detrás de tu incontinencia y ayudarte a encontrar el mejor tratamiento.